Es común pensar que en días nublados el sol no representa un riesgo para la piel de nuestros bebés. Sin embargo, esta creencia es un mito que puede poner en peligro la salud cutánea de los más pequeños.
¿Sabías que hasta el 80% de los rayos UV atraviesan las nubes? Vamos a desmentir uno de los mitos más comunes sobre la protección solar infantil y te explicamos por qué el protector solar también es necesario en días grises, cómo aplicarlo correctamente y qué productos son los más recomendados para bebés.
Los rayos UV atraviesan las nubes
Aunque el cielo esté cubierto, hasta el 80% de los rayos ultravioleta (UV) pueden penetrar las nubes y alcanzar la superficie terrestre. Esto significa que la piel de los bebés sigue expuesta a la radiación solar, incluso en ausencia de sol visible.
La piel de los bebés es especialmente sensible
La piel de los bebés es más delgada y contiene menos melanina, lo que la hace más vulnerable a los daños solares. Las quemaduras en la infancia pueden tener efectos acumulativos y aumentar el riesgo de problemas cutáneos en la edad adulta.
¿Qué protector solar es adecuado?
Para proteger la delicada piel de tu bebé, es fundamental elegir un protector solar especialmente formulado para ellos.
Como madre o padre, seguro que estas buscando la mejor protección solar para tu niño. El Spray Solar SPF50 es uno de los favoritos, gracias a su formato que hace que la aplicación sea muy sencilla, pero también lo es por su composición, que incluye ingredientes naturales que refuerzan la protección y porque lo pueden usar desde bebés recién nacidos* a toda la familia y está testado en pieles atópicas.
*salidos de neonatología.
Consejos para una protección efectiva
Aplicación regular: Aplica el protector solar 20 minutos antes de salir y reaplica cada dos horas, o después de nadar o sudar.
- Ropa adecuada: Viste al bebé con ropa de manga larga, sombreros de ala ancha y gafas de sol con protección UV.
- Evitar horas pico: Limita la exposición al sol entre las 10 a.m. y las 4 p.m., cuando la radiación UV es más intensa.
- Hidratación frecuente: Beber agua durante la exposición solar es fundamental, por ello, a los más pequeños dales de beber agua de forma regular, ¡aunque no tengan sed!
Además, ten siempre en cuenta las recomendaciones de las autoridades sanitarias:
- No exponer al sol a los niños menores de 3 años.
- Evitar el sol entre las 12H y 16H. Protege a tu hijo con un sombrero, camiseta y gafas de sol.
- Aplicar un protector solar adecuado, en cantidad abundante, antes de la exposición al sol y renovar la aplicación al menos cada 2H.
- Beber agua regularmente, aunque no se tenga sed.