¿Cómo afectan los rayos UV a la piel de los bebés y los niños? ¿Cuáles son los beneficios y los efectos nocivos del sol? ¿Es seguro dejar que el bebé se broncee? Esto es lo que debes saber sobre los rayos del sol y sus efectos en nuestra piel para proteger de la mejor manera posible la piel delicada de tus pequeños.
Beneficios y riesgos del sol para los bebés
A los niños les encanta hacer actividades al aire libre, correr y jugar bajo el sol. Pero, pese a los beneficios y la diversión que trae consigo, el sol también es peligroso para la piel frágil e inmadura de los bebés y los niños.
El sol emite distintos tipos de radiación (o de rayos)
Tres tipos de rayos
Una parte de los rayos de sol son visibles, pero no todos. A la Tierra llegan tres tipos de radiación:
- Los rayos visibles, que podemos ver con nuestros propios ojos.
- Los infrarrojos (IR).
- La radiación ultravioleta (UV), UVA y UVB, que es la más peligrosa.
¿Qué efecto tienen los rayos UV en la piel?
Los efectos de la radiación en la piel varían según su longitud de onda: cuanto más larga sea la longitud de onda de la radiación, más profundamente penetra en la piel. Es importante entenderlo para saber cómo proteger la piel infantil de sus efectos nocivos con las cremas y protectores adecuados.
Los distintos tipos de rayos UV afectan a nuestra piel de diferentes formas:
- Los rayos UVA penetran más profundamente en la piel y son los que producen un bronceado rápido, pero también son responsables del envejecimiento de la piel y las arrugas.
- Los rayos UVB son responsables del bronceado lento, de las quemaduras solares, el envejecimiento cutáneo y el cáncer de piel.
- Los rayos UVC son los más nocivos. Afortunadamente, no alcanzan la superficie de la Tierra.
El riesgo frente al sol no es igual para todos los tipos de piel. Existen diferentes fototipos, según la capacidad de la piel para producir melanina y, por lo tanto, broncearse. Según cuál sea el fototipo, la resistencia frente a los rayos UV es mayor o menor. Descubre cuál es el fototipo de tu pequeño para comprar el tipo de protector solar adecuado.
Cantidad e intensidad de la radiación UV
La cantidad de UV que recibe la piel varía dependiendo de muchos factores:
- La época del año: en julio, en el hemisferio norte, el riesgo de quemaduras solares debido a los rayos UVB es 100 veces mayor que en invierno.
- La latitud: la intensidad del sol es máxima en el ecuador donde la radiación incide de forma vertical y por lo tanto tiene un recorrido más corto a través de la capa de ozono.
- La altitud: la cantidad de UVB aumenta en un 4% cada vez que se suben 300 metros. Esto explica en parte el mayor riesgo de quemaduras solares en las montañas.
- La hora del día: por la mañana y al atardecer los rayos del sol nos llegan con menos intensidad porque son oblicuos, pero entre las 11 h y las 14 h la radiación es máxima ya que atraviesan más fácilmente la capa de ozono por incidir de forma vertical.
- Las nubes: dependiendo de su grosor y altitud, pueden filtrar algo de radiación UV, si bien es importante saber cuando está nublado también se producen quemaduras solares.
- El tipo de superficie: el poder de reflexión es diferente dependiendo de si es nieve (85%), arena (17%) o hierba (3%). Así, la montaña acumula todos los peligros con más UVB debido a la altitud, y más reflexión sobre la nieve.
- El Agua: refleja hasta un 20% de UV. Por lo que también nos podemos quemar bajo el agua si no llevamos una protección adecuada.
Beneficios del sol: el lado positivo
¡Sin sol no hay vida! Aunque hay que protegerse de los efectos nocivos del sol, es importante disfrutar también de sus beneficios, con la protección solar adecuada.
- Los rayos del sol favorecen la síntesis de vitamina D, necesaria para que el organismo pueda absorber el calcio que favorece el crecimiento y fortalecimiento de los huesos.
- La luz solar también tiene efecto en nuestro estado de ánimo gracias al aumento de Vitamina D y porque parece contribuir a liberar serotonina, y así propicia el buen humor.
Unos pocos minutos de luz solar al día bastan para producir ese efecto positivo.
Riesgos de la exposición: el lado oscuro
La exposición prolongada al sol puede presentar varios riesgos a corto plazo y, especialmente, a largo plazo:
- Los rayos infrarrojos pueden causar insolación, con malestar o dolores de cabeza, e incluso golpes de calor con deshidratación aguda y alteración de la consciencia, especialmente en los niños.
- Los rayos UVB, y en menor medida los rayos UVA, pueden quemar la epidermis provocando quemaduras solares.
- Después de varios años, la exposición repetida sin la protección adecuada puede provocar el envejecimiento de la piel bajo el efecto de los rayos UVA o incluso cáncer de piel bajo el efecto de los rayos UVB.
No te alarmes, cuando la exposición sea inevitable, sigue siempre las recomendaciones y usa un buen protector solar. ¡Échale un ojo a los protectores solares de Mustela son fotoprotectores pediátricos, especialmente formulados para proteger la piel del bebé e infantil, y las pieles sensibles, intolerantes al sol y atópicas, pero son buenos también para toda la familia.