Si tu bebé pide pecho con más frecuencia, está inquieto o parece insatisfecho, puede tratarse de una crisis de lactancia. En esta guía encontrarás señales para reconocerla, pasos claros para superarla y cuándo pedir ayuda profesional (IBCLC consultora de lactancia certificada/pediatría). Nuestro objetivo es cuidar el vínculo, mantener la producción y que te sientas segura.
Qué es una crisis de lactancia y por qué ocurre
Son situaciones en las que el comportamiento de tu bebé al pecho cambia. Puede que esté más inquieto, que quiera mamar continuamente, que llore más, que duerma menos, que se distraiga con cualquier ruido, que se agarre al pecho y lo estire, que lo suelte…
Es fácil que esto te desconcierte y empieces a pensar que algo va mal, que no tienes suficiente leche y que tu bebé se queda con hambre. Nada más lejos de la realidad. Lo que ocurre es totalmente normal.
La causa es que hay un desajuste entre la leche que tu bebé quiere tomar y la que estás produciendo. Algo normal si tu bebé está creciendo y desarrollándose correctamente. Y como sabe que es el único capaz de regular y ajustar la cantidad de leche a sus necesidades, cuando no está satisfecho, cambia su comportamiento para solucionarlo.
Oferta–demanda: cómo se ajusta tu producción
La lactancia funciona por oferta–demanda: cuando el bebé aumenta las tomas, tu cuerpo recibe la señal para producir más. Durante una crisis, esa recalibración puede sentirse como “no tengo suficiente leche”, pero suele ser temporal.
Picos de crecimiento y cambios madurativos
Las crisis suelen coincidir con picos de crecimiento o saltos evolutivos. El bebé succiona más para ajustar la producción y, una vez equilibrada, las tomas se espacian de nuevo.
Señales normales de crisis vs. señales de alerta
Lo esperable (más tomas, inquietud, tomas agrupadas)
- Más tomas (incluso cada 45–90 min) y tomas en racimo por la tarde/noche.
- Inquietud o tirones al pecho, sobre todo desde los 3–4 meses.
- Pañales mojados y ganancia de peso dentro de lo esperado.
Cuándo consultar (peso, pañales, fiebre, dolor persistente)
Pide valoración si hay fiebre, dolor intenso continuado, grietas sangrantes, menos pañales mojados, rechazo persistente o ganancia de peso insuficiente.
“Falsas crisis” y situaciones que se confunden
Regresiones del sueño y despertares más frecuentes
Cambios del sueño pueden aumentar despertares sin ser crisis. Mantén libre demanda y favorece el contacto piel con piel.
Distracciones a partir de 3–4 meses y dentición
La curiosidad distrae al bebé; ofrece el pecho en ambiente tranquilo o en semioscuridad. La dentición puede generar molestia: prueba posturas cómodas y compresiones suaves.
Huelga de lactancia (rechazo súbito) vs. crisis
La huelga es un rechazo brusco al pecho por un factor puntual (estrés, cambios, congestión). Requiere paciencia, piel con piel y ofrecer sin presión. Si persiste, consulta.
Cambios de rutina (vuelta al trabajo, tetinas) y su impacto
La introducción de tetinas o la separación pueden disminuir la estimulación. Ajusta con extracciones estratégicas y cuida el contacto en las tomas juntos.
Qué hacer en una crisis paso a paso (plan en 7 pasos)
Piel con piel y libre demanda (activar prolactina, tomas nocturnas)
Haz piel con piel varias veces al día y permite tomas nocturnas, que favorecen la prolactina.
Mejora del agarre y posturas (biológica, fútbol, caballito)
Revisa boca bien abierta, labio evertido y barbilla pegada. Prueba postura biológica, fútbol americano o caballito según os resulte más cómoda.
Descubre las posturas básicas para amamantar a tu bebé en la Parte 2 de la Guía de Cómo cuidar a tu bebé:
Compresiones mamarias durante la toma (más transferencia)
Con compresiones suaves mantienes el flujo y ayudas a que el bebé reciba más leche sin esfuerzo extra.
Reduce distracciones y crea un ambiente tranquilo
Baja luces, limita ruidos y, si ayuda, amamanta en semioscuridad o con un collar de lactancia.
Extracción estratégica si te saltas tomas (señal a la producción)
Si no puedes ofrecer el pecho o el bebé dormita por largo rato, haz extracciones cortas para mantener la señal de producción.
Descanso, hidratación y apoyo emocional
Pequeñas siestas, agua a mano y apoyo de tu entorno (tareas del hogar, comidas) marcan la diferencia.
Crisis frecuentes por edades (qué esperar y qué hacer)
Suelen haber tres crisis durante la etapa de la lactancia que podremos identificar con facilidad, coinciden con las etapas por las que, normalmente, pasan todos los bebés. La primera se da a los 15 o 20 días (2–3 semanas), la segunda al mes y medio (6–8 semanas), y la tercera hacia los 3 meses. Después, a los 4 y 8 meses pueden darse lo que se conoce como falsas crisis de lactancia.
2–3 semanas
Tu bebé necesita comer más, por eso aumenta su demanda de leche materna. Puede que no quiera soltar el pecho o que te pida mamar cada media hora. Solo se calma mientras está mamando. Esta es su manera de aumentar la cantidad de leche y asegurar que haya más cantidad disponible; su instinto lo guía perfectamente.
¿Qué ocurre? Aumento brusco de demanda. Respuesta: piel con piel, libre demanda, compresiones.
6–8 semanas
Tu bebé puede parecer incómodo al mamar: agarra el pecho, lo estira, lo suelta, arquea la espalda o estira las piernas. Esto suele deberse a que su sistema digestivo ha madurado y tu leche materna se está adaptando a sus nuevas necesidades. Ese cambio también puede modificar ligeramente el sabor de la leche, y algunos bebés reaccionan mostrando incomodidad. No te preocupes: cuando se acostumbre al nuevo sabor, todo volverá a la normalidad.
¿Qué hacer? Ajuste fino de producción. Revisa técnica y mantén regularidad en tomas.
3 meses (distracciones)
Tu bebé empieza a hacer tomas mucho más cortas de lo habitual: se distrae con facilidad ante cualquier ruido o movimiento, e incluso puede molestarse si le ofreces el pecho con demasiada frecuencia. Ahora tiene más fuerza y destreza al succionar, por lo que en pocos minutos es capaz de vaciar el pecho. Come más cantidad, pero en menos tiempo. Además, coincide con el desarrollo de su capacidad auditiva y visual, que hace que todo lo que se mueva o suene le llame poderosamente la atención
¿Qué necesitas? Un ambiente calmado y rutina pre-toma (cambiar pañal, mecer, apagar luces).
4–6 meses (picos y cambios de rutina)
Cuando alcance los 4 meses de edad es posible que los despertares nocturnos sean más frecuentes y en las tomas se muestran más inquietos. No es que tengan hambre, es porque su cuerpo se está adaptando a las nuevas fases de sueño como parte de la evolución fisiológica normal
Si hay más separaciones, suma extracciones y prioriza las tomas de reencuentro.
Cuidado del pezón y de la piel del pecho
Prevención de grietas: técnica primero, bálsamo después
El agarre correcto es la base. Tras la toma, puedes aplicar un bálsamo específico para lactancia.
Rutina de aireación, discos respirables e higiene suave
Evita humedad prolongada, usa discos transpirables y seca al aire siempre que puedas.
Extracción y banco de leche durante la crisis
Cuándo extraer, cuánto y cómo conservar con seguridad
Mejor tras tomas o entre tomas cuando notes pecho disponible. Conserva siguiendo tiempos y temperaturas recomendados y etiqueta fecha/hora.
Compatibilidad con vuelta al trabajo
Planifica sesiones cortas y regulares; prioriza consistencia sobre duración. Mantén tomas de contacto cuando estéis juntos.
Mitos y realidades
“Mi leche no alimenta”
La composición se adapta a tu bebé. Revisa técnica y frecuencia antes de asumir un problema.
“Hay que espaciar tomas”
No durante la crisis: la producción responde a estimulación frecuente.
“Un biberón ayuda a descansar”
Si desplaza tomas, puede interferir en la producción. Si necesitas suplementar, consulta IBCLC sobre métodos alternativos.
Cuándo consultar con una profesional
IBCLC, pediatría y derivaciones habituales
Acude si hay dolor persistente, lesiones, rechazo sostenido, baja ganancia de peso o dudas que te generen ansiedad. La profesional valorará agarre, transferencia y posibles derivaciones.
¿En qué se diferencia de una matrona, pediatra o asesora de lactancia?
IBCLC: certificación internacional específica en lactancia; evaluación clínica del binomio madre-bebé, técnica, postura y plan individual.
Matrona / pediatra: atención sanitaria integral del embarazo, parto y salud infantil; pueden derivar a IBCLC para soporte especializado.
Asesora de lactancia (apoyo entre iguales): acompañamiento y experiencia práctica; no es una certificación clínica como IBCLC.
¿Cómo encontrar una IBCLC acreditada?
Busca en los listados oficiales del IBLCE/ILCA o en asociaciones locales de lactancia. Verifica que la acreditación esté vigente y el alcance de sus servicios (presencial/online).
Preguntas frecuentes
¿Cuánto dura una crisis?
Suele durar 24–72 h, a veces unos días más. Mejora con libre demanda y buen agarre.
¿Ofrezco uno o ambos pechos?
Empieza por uno y, si el bebé lo pide, ofrece el segundo. Las compresiones ayudan a vaciados eficaces.
¿Qué hago si trabajo fuera de casa?
Organiza un banco de leche, reparte extracciones y procura tomas de reencuentro al volver.
¿Se puede evitar una crisis de lactancia?
Es una de las cosas que no se pueden evitar, pero sí podemos actuar en consecuencia cuando ocurra. Por eso es importante saber cuáles son los hitos de la etapa de la lactancia para poder identificarlos y saber cómo actuar.
Cada bebé es diferente y puede que no pase por ninguna crisis de lactancia o por varias.
¿Qué es una IBCLC (Consultora de Lactancia Certificada)?
Una IBCLC es una profesional con certificación internacional en lactancia materna, otorgada tras formación, práctica clínica y un examen del International Board of Lactation Consultant Examiners (IBLCE). Su trabajo es evaluar y acompañar a la madre y al bebé para resolver dificultades de lactancia y favorecer un amamantamiento cómodo y eficaz.
¿La orientación de una IBCLC sustituye al pediatra?
No. La IBCLC se centra en lactancia; ante fiebre, signos de infección, deshidratación, pérdida de peso significativa u otras urgencias, consulta siempre con tu pediatra.
Nota Mustela: este contenido es informativo y no sustituye el consejo médico.