
¿Cómo identificar si tu bebé tiene dermatitis atópica?
Si tu bebé tiene picor, piel muy seca y le cuesta dormirse podría tener dermatitis atópica. Estos son los signos y síntomas que indican que tu bebé podría tener eccema, dermatitis atópica o, comúnmente llamada "piel atópica".
La alternancia entre periodos de brotes y de remisión de la piel atópica
La dermatitis atópica, o eccema atópico, tiene un origen alérgico y cursa con periodos de brote que se alternan con periodos de remisión, en los que la piel sigue estando muy seca, sensible y siempre con algo de picor.
La dermatitis atópica siempre tiene una evolución durante varios meses o incluso años (por eso se dice que es «crónica»). De ahí que precise cuidados continuos.
La dermatitis atópica puede aparecer en bebés de tan solo dos meses y tiende a ir mejorando con la edad.
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La predisposición hereditaria de tener piel atópica
Si la madre o el padre tienen la piel atópica, la probabilidad de que su hijo o hija también tenga piel atópica es mayor.
Los números hablan por sí solos:
En torno al 70 % de los niños y niñas con dermatitis atópica tienen algún familiar con alguna afección relacionada con el terreno atópico.
Y, lo que es aún más relevante, la probabilidad de que un niño o niña desarrolle dermatitis atópica está entre del 40% y el 50 % cuando la madre o el padre son atópicos y entre 50 y 80 % si ambos lo son.
Cómo reconocer los primeros signos de dermatitis atópica en bebés y niños
¿Dónde aparecen las placas de eccema en bebés y niños?
Las placas aparecen en diferentes zonas del cuerpo dependiendo de la edad.
En los bebés, el eccema atópico aparece sobre todo en las zonas convexas de la cara (frente, barbilla, mejillas) de forma simétrica y en la cara externa de las extremidades (piernas y brazos).
Después de los dos años, lo más habitual es que el eccema aparezca en las zonas de flexión y en los pliegues cutáneos (cuello, orejas, codos, rodillas, culete, muñecas, tobillos).
Placas en recién nacidos / Placas en niños de más de 2 años
Los signos no engañan
Hay una serie de señales precursoras que pueden indicar que estamos ante una dermatitis atópica:
- El bebé tiene la piel de todo el cuerpo muy seca, incluso aunque la hidrates con frecuencia. Es áspera al tacto y con descamación en algunas zonas.
- Tiene placas rojas en la barbilla, las mejillas, los brazos y la tripita. Si además observas diminutas vesículas exudativas en las placas rojas, es un signo definitivo de brote.
- Tu bebé tiene picor e intenta rascarse las zonas afectadas.
También tiene dificultad para dormirse. Aunque puede deberse a otras causas, las alteraciones del sueño no dejan de ser otra señal más.
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Brotes de eccema en niños
¿Qué pasa exactamente durante un brote?
Al rascarse continuamente la piel se engrosa ligeramente, y las placas tienen aspecto rugoso.
Pueden aparecer pequeñas pápulas con una diminuta vesícula, casi invisible. Cuando se perforan, puede salir un líquido traslúcido, es decir, supuran, siendo sustituidas por una costra que acaba desapareciendo por sí sola.
Pero no te asustes: por muy intensos que sean los brotes, no dejan cicatrices en la piel.
Y por último, recuerda que aunque todos estos síntomas son señales de alerta, esta enfermedad inflamatoria de la piel siempre la debe diagnosticar un médico, quién te recomendará el tratamiento y cuidados adecuados para mantener a raya la dermatitis de tu bebé.