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Parir y Nacer Como En Casa

Parir: el documental es uno de los proyectos ganadores de la primera convocatoria de #ConLasFamilias, proyecto de crowdfunding impulsado por Mustela y Ulule.

Un texto escrito por Claudia Reig, directora del documental ‘Parir’, matrona y preparadora del Servicio de partos

Graciela Rangel tenía 19 años cuando parió a Laura en el Hospital de la Plana. De origen venezolano, vino a vivir a España embarazada de cuatro meses junto a su pareja. Tuvo la suerte de aterrizar en Borriana (Castellón), donde el hospital público que le correspondía era el de La Plana, una referencia estatal en parto respetado. Fue un parto en el agua, íntimo y con un acompañamiento respetuoso por las matronas. Era su primer parto y también el mío, el primero que presenciaba y el primero que grabé para el documental Parir.

Parir: el documental

Hasta entonces no me había planteado qué era parir, lo imaginaba solo como un trámite médico por el que había que pasar, y mucho menos había reparado en que se podía ejercer violencia. Habitualmente se muestra el proceso del embarazo y del parto como una patología que debe ser intervenida por personal médico, en un ambiente quirúrgico y donde el rol de la gestante es totalmente pasivo. Las matronas de la Plana me enseñaron que debemos reivindicar este espacio y recuperar la autonomía de un proceso que es nuestro.

Sole Carreguí es la supervisora del servicio de partos de este hospital, que se inauguró en el año 2000. Desde el primer momento, Carreguí sabía que era su oportunidad de instaurar un cambio de modelo en un sistema público, a menudo “más enfocado a la coordinación de los profesionales que a las necesidades de la ciudadanía”.

La historia de Sole Carreguí y de sus compañeras es “de muchos años mejorando la asistencia, ofreciendo mayor humanización, intentando evitar la violencia obstétrica”. A pesar de ello, cuenta que “llega un punto de madurez profesional en el que analizas y ves que seguimos estando contaminados del ambiente hospitalario”. Su apuesta es “sacar el parto de ahí y desligarnos de ese modelo médico que muchas veces supone un riesgo para las mujeres”.

La solución que propone es implementar centros de nacimientos adosados a los hospitales: espacios independientes, aunque comunicados internamente con el hospital por si es necesaria una intervención; donde poder llevar los partos de bajo riesgo en un ambiente más domiciliario; en el que se entienda el parto como un evento familiar y en el que se escuchen las necesidades de las mujeres. “El modelo de centro de nacimientos trata de poner en el centro a la persona, a la mujer, al neonato, a su familia y ofrecer una continuidad de cuidados, desde el embarazo, pasando por el parto, hasta el puerperio”.

En 2020, se aprobó en Les Corts Valencianes una proposición no de ley sobre la implantación de casas de parto adosadas a los hospitales dentro del sistema público valenciano, un paso importante que para Carreguí significó escuchar un “sí” por primera vez en 20 años y ver más cerca la realidad de crear un centro de nacimientos en la Plana. Aunque el proceso se ha alargado durante mucho tiempo, el proyecto por fin se encuentra en marcha, en su fase de diseño, y las obras comenzarán en 2024.

Una asistencia integral al parto

Sole Carreguí plantea los centros de nacimientos como un proyecto comunitario, de cercanía con las mujeres y sus familias, que permite acompañar y cuidar con un enfoque biopsicosocial y no solo físico. Recuerdan que el parto, además de ser un acto biológico, tiene grandes implicaciones sociales y emocionales. La continuidad de los cuidados durante el embarazo, el parto y el postparto por las mismas profesionales permite crear un vínculo y generar una confianza que facilita la segregación de las hormonas necesarias para que el parto pueda desarrollarse de la mejor manera posible.

Sole ha luchado desde el principio por promover un cambio de mentalidad en las profesionales del hospital de La Plana: ha conseguido afianzar la línea de trabajo, asumirla como parte de la identidad profesional del hospital y, de esta manera, garantizar una asistencia coherente, respetuosa y humana independientemente de la profesional que toque y de si el parto requiere o no intervención.

La profesional ve en los centros de nacimiento la oportunidad de tener un espacio donde llevar a cabo otro tipo de actividades, talleres o formaciones sobre temas que sean útiles para las familias y también para otras profesionales del hospital. “Partiendo de que el manejo del parto fisiológico es responsabilidad de la matrona, el resto de los profesionales deben compartir la misma filosofía de trabajo. Hablamos de una atención al parto respaldada por la evidencia científica que debería extenderse, asegurando el derecho a vivir un parto respetado, tanto normal como intervenido, dentro de nuestra sanidad pública y universal”, cierra.

Graciela Rangel es un ejemplo de ello. Pudo vivir un parto respetado y Laura, su hija, un nacimiento sin violencia. Gracias a las matronas de atención primaria del área de la Plana, comprendió que el cuerpo está preparado para parir y que se puede y se debe decidir sobre el proceso. Antes del proyecto Parir en el Siglo 21 esta lucha no iba conmigo: ni soy madre ni es algo que vea cercano en mi vida. Acompañar a Graciela y a las matronas me ha recordado algo que debería ser obvio: el parto es nuestro y debemos seguir defendiendo nuestro territorio.

Claudia Reig, Directora del documental Parir

Más información en @parirenelsiglo21

Link crowdfunding: https://es.ulule.com/parir/