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¿El mejor aliado para combatir la piel seca y atópica? Los cuidados emolientes que ofrecen múltiples beneficios para tu bebé.

Eficacia demostrada en pieles atópicas

Los cuidados emolientes han sido especialmente concebidos para pieles muy secas y atópicas y pueden encontrarse en forma de crema o bálsamo para aplicar a diario en la piel de los bebés y niños.

Acción preventiva ante la dermatitis atópica

Aplicados a diario desde el nacimiento, sobre todo en caso de antecedentes de piel atópica en la madre, el padre o los hermanos. Los cosméticos emolientes pueden contribuir a reducir la probabilidad de desarrollar síntomas de dermatitis atópica.

Además, la aplicación de un cuidado emoliente es la ocasión perfecta para darle un agradable masaje al bebé.

Durante los periodos de brote de dermatitis atópica

Cuando se produce un brote de eccema, la aplicación de un producto emoliente varias veces al día reduce inmediatamente el picor, la tirantez y la irritación, y ayuda a aliviar a tu bebé. Además, gracias a los cosméticos con emolientes, se reduce la intensidad y la frecuencia de los brotes, permitiendo disminuir el uso de corticoides.

Combinados con tratamientos prescrito por el pediatra, los cuidados emolientes son unos valiosos aliados en periodo de brote. Y otra cosa importante: ayudan a tener noches más plácidas para el bebé… ¡y para vosotros!

Efecto a largo plazo

Con las aplicaciones sucesivas de cuidados emolientes, la piel recupera una mejor impermeabilidad, es decir, que a los alérgenos les cuesta más penetrar la piel, ya que esta se torna más flexible y resistente. La aplicación a largo plazo de cremas emolientes ayuda a prevenir los brotes de eccema o dermatitis atópica. 

¿Cómo funcionan los emolientes?

Además de contener todos los ingredientes eficaces de una crema hidratante, los cuidados emolientes, que sean cremas o bálsamos emolientes, se componen de lípidos.

Su acción principal es ayudar a restaurar la barrera cutánea. Esto se consigue hidratando la piel, pero también relipidizándola, es decir, aportándole los componentes grasos (lípidos) para restaurar su película protectora, e film hidrolipídico, que es más fino en los recién nacidos que en los adultos.

¿Por qué decantarse por emolientes especialmente diseñados para la piel infantil?

Hasta los tres años de edad, la piel de los bebés es especialmente sensible a las condiciones ambientales. En general, la piel de los bebés es más fina que la de los adultos, se deshidrata más rápidamente y su función de barrera cutánea protectora aún está inmadura.

Si además de todo esto, el bebé tiene dermatitis atópica, su piel será aún más frágil y, por consiguiente, más permeable a los factores de estrés externos.

De ahí que para reparar y fortalecer la barrera cutánea del bebé y proteger mejor su piel, se recomiende utilizar productos especialmente formulados para la piel de los bebés y niños.

Deben contener ingredientes activos con fuerte poder relipidizante y garantizar una tolerancia extrema desde el nacimiento.

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