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Green Friday: 5 consejos para un consumo más responsabe

Seguro que conoces el Black Friday, el famoso día lleno de ofertas por todas partes que hemos importado directamente de Estados Unidos, el viernes posterior al Día de Acción de Gracias que marca el inicio de las compras navideñas. El Black Friday, considerado por algunos el paraíso de las grandes oportunidades (sobre todo en el contexto actual, en el que todo es más caro), lleva tiempo siendo objeto de controversia por el consumo excesivo y los problemas medioambientales que conlleva. Frente a este sobreconsumo ¿qué podemos hacer? Consumir... pero de forma razonable y responsable.

Este es precisamente el mensaje que hay detrás del Green Friday, un término acuñado por un grupo de asociaciones y empresas para impulsar el movimiento en favor de un consumo responsable. Así pues, se puede consumir mejor, pero cómo hacerlo cuando tu bebé necesita 10 pañales al día, tu hijo mayor ha crecido otros 10 cm en 2 meses y ya no tiene ropa que le valga o tu hija pequeña te pide que le compres pegamento y rotuladores por tercera vez desde que empezó el mes? Esto es lo que os proponemos a través de 5 consejos realistas para evitar el gasto desmedido o el coste para el medio ambiente.

1. Ahorra dinero comprando lo que (realmente) necesitas

Las promociones ya están ahí, aprovechémoslas... ¡pero con moderación! ¿Quién no ha caído en la tentación de comprar un paquete de 96 pañales de la talla 3 (porque un paquete de 20 es carísimo)... solo para usar la mitad porque ya has cambiado a la talla 4? ¿O esos 5 bodies superrebajados que encontraste hace 6 meses, pero que nunca has usado por demasiado pequeños o no eran adecuados en verano? La tentación de hacer una buena compra o el deseo de anticiparse lo máximo posible a veces puede con nuestros bolsillos. Cuando se trata de «hacer una buena compra», apuesta por compras en función únicamente de lo que necesitas en ese momento para evitar el despilfarro. Si quieres pensar en el futuro, apuesta por «productos que no pasen de moda», los que siempre necesitarás. Por lo general, si ves que tus productos cosméticos de cuidado diario están rebajados, ¡aprovecha! No hace falta que compres tres palés, por supuesto, pero puedes hacerte con una pequeña reserva y ahorrar dinero en tu próxima compra.

2. Apoya a las empresas locales y a las acciones con sentido

El consumo responsable significa ser plenamente consciente de lo que se compra, de las condiciones en que se ha fabricado el producto, etc., y apoyar a quienes se esfuerzan por producirlo como es debido. Desde aquí decimos sí a hacer buenas compras a la vez que apoyamos las iniciativas que nos parecen importantes. Pero... ¿cómo saber a quién apoyar? ¿Cómo reconocer a las empresas realmente comprometidas? Una buena forma de detectarlas es fijarse con detenimiento en los compromisos de una marca, el origen de su producción, etc. Normalmente, la etiqueta B Corp es uno de los mejores indicadores. Es una certificación que se concede a las empresas que cumplen una serie de requisitos sociales y medioambientales (que conste que no es nada fácil de conseguir).

3. Aprovecha los productos reacondicionados a precios más bajos

Nada se pierde, todo se transforma... ¡o se arregla! Desde hace algún tiempo, los productos de segunda mano se reacondicionan y se ponen a la venta a precios atractivos. En cuanto a las prendas de ropa, cada vez más marcas infantiles ofrecen un servicio de «segunda vida» con sus propios productos, lavados y con una nueva etiqueta a precios más asequibles. No hay que olvidar, por supuesto, todos los sitios de venta online de empresas que ofrecen una gama de productos de alta tecnología reacondicionados, o de particulares que vacían sus armarios de juegos, ropa, libros, etc. Tampoco puede faltar el servicio de alquiler, perfecto para productos que solo se necesitan durante algún tiempo.

4. Reduce los envases para mejorar la vida de todos

Resulta difícil hablar de consumo responsable sin mencionar el (difícil) tema de los envases. Aunque no siempre podemos prescindir de ellos para determinados productos, sí podemos tomar medidas para reducirlos sin disminuir la calidad de nuestros productos del día a día. Además de las bolsas reutilizables para la fruta y la verdura, hay otros artículos de uso diario que pueden aportar su granito de arena. Normalmente, los productos sólidos son muy eficaces para paliar este problema. Pasta de dientes, desodorante, jabón de ducha, champú o, mejor aún, su versión 2 en 1 cabello y cuerpo mucho más práctico, desmaquillante... ¡cada vez hay más opciones de cosmética sólida! En cuanto a los productos envasados, cada vez son más las marcas que indican u ofrecen envases eco diseñados, como los productos rellenables o con eco-recargas.

5. Opta por medios de transporte más respetuosos con el medio ambiente para tus compras online

Al igual que podemos encontrar algunos trucos para reducir los envases, también podemos consumir de forma responsable y reducir la huella de carbono de las compras por internet. La proliferación de los servicios de envío a domicilio hace que nos sintamos más atraídos por este tipo de entrega para no tener que desplazarnos. Si no puedes recoger la mercancía directamente en la tienda, el envío a un punto de recogida es una solución intermedia, ya que reduce los desplazamientos de los camiones de reparto. En cambio, el envío urgente obliga a los transportistas a enviar rápidamente los paquetes, aunque los camiones no estén llenos al 100 %, lo cual aumenta el número de desplazamientos.