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Si tu hijo tiene eccema atópico, o la comúnmente llamada piel atópica, te vendrán muchas preguntas a la cabeza: ¿Cómo me deshago de los ácaros? ¿El aire de casa debería ser seco o húmedo? ¿Qué deberíamos hacer con nuestro gato? Sigue leyendo para conocer las precauciones que debes adoptar en el hogar para aliviar con mayor eficacia la piel de tu hijo. 

Deshacerse de los ácaros, clave para prevenir los brotes de dermatitis

Los ácaros forman parte de los alérgenos que provocan los brotes de eccema atópico. Aunque son invisibles a nuestros ojos, invaden todos los rincones de nuestra casa.

A continuación, te explicamos cómo limitar su presencia:

  • Pasa la aspiradora con regularidad y usa un filtro HEPA si es posible. Este filtro evita que las partículas (por ejemplo, los ácaros) se propaguen por el aire.
  • Usa un colchón o una funda de colchón antiácaros con tratamiento especial (a menudo sin productos químicos).
  • Lava a máquina las sábanas, las cortinas, los peluches y los edredones con frecuencia.
  • Evita las alfombras y los tapetes y opta por suelos de madera, azulejos o el linóleo. Son más fáciles de limpiar y además los ácaros no pueden adherirse y ocultarse tanto.

La ventilación de las habitaciones y la limpieza frecuente del hogar también limitan la acumulación de polvo y la caspa de las mascotas, que también son alergénicos.  ¡Adopta un hábito beneficioso para todos!

Evita el aire seco si tu hijo tiene piel atópica

Deja que entre el aire en tu casa, pero evita por todos los medios que sea aire seco, ya que aumenta la sequedad de la piel, que no es bueno para los brotes de eczema.

Por extraño que parezca, el aire en interiores es menos húmedo en invierno. Esto se debe principalmente a la calefacción, especialmente si se usa calefacción eléctrica. Puedes utilizar humidificadores para comprobar el nivel de humedad de tu hogar. Los expertos recomiendan que el nivel de humedad no caiga por debajo del 30 %.

Medidas fáciles que puedes adoptar en casa para aliviar la piel:

  • Ventila las habitaciones cada día, tanto en verano como en invierno, especialmente la habitación de tu hijo. ¡Aunque sean cinco minutos!
  • Ajusta la temperatura ambiente entre 19 y 21 °C, o incluso en 18 °C por la noche.
  • Pon un vaso de agua en el radiador.
  • Deja la puerta del cuarto de baño abierta después de darte un baño o una ducha.
  • Cuelga una toalla húmeda en la habitación de tu hijo.
  • Ten plantas verdes en casa. Además de reducir la contaminación, algunas de ellas también expulsan el agua.

¿Qué pasa si tienes mascotas?

Obviamente, vivir con un alegre perro, un adorable gato o un astuto roedor es muy divertido para un niño pequeño. ¿Pero es sensato hacerlo si sabes que tu hijo tiene dermatitis atópica?

Si tu hijo ha estado en contacto con el animal desde el principio, esto puede que le haya ayudado a inmunizarse. Por lo tanto, la reacción alérgica no es automática. Más bien todo lo contrario: las mascotas también pueden proteger a los niños contra el eccema atópico, como los animales de granja en el campo.

Pero si tu hijo tiene picores o incluso estornuda cada vez que juega con la mascota, lo mejor es que los lleves a hacerse pruebas para averiguarlo. Si por desgracia la prueba demuestra que tu hijo es alérgico a tu amigo peludo, obviamente tendrás que restringir el contacto con el animal y poner unas cuantas normas:

  • Evita los fuertes abrazos con el animal.
  • No dejes que el animal entre en la habitación de tu hijo ni que se suba al sofá.
  • Lava al animal con frecuencia.
  • Pasa la aspiradora tres veces a la semana, ya que la caspa y la saliva de las mascotas es muy alergénica.

Otro enemigo que puede provocar eccema atópico en tu hijo es el humo del tabaco. Asegúrate de fumarte el cigarro de después de comer en el jardín, en el balcón o junto a la ventana.