¡Envío gratis a partir de 35 €!

Salvo casos excepcionales, el verdadero trabajo de parto no comienza de repente. Se va preparando progresivamente durante un tiempo que se conoce como Pródromos de Parto.

Para expresarlo de forma gráfica podríamos compararlos con el calentamiento de un deporte, mientras el trabajo de parto, o parto propiamente dicho, sería el partido. El problema es que en este caso no se puede medir exactamente el tiempo que duran. Puede ser muy variable, dependiendo de la fisiología de cada mujer.

Síntomas próximos al parto

Si estás hacia el final de tu primer embarazo probablemente tengas dudas acerca de algunos síntomas que pueden inducirte a creer que ya estás de parto. Como consecuencia es posible que te precipites, acudiendo al hospital y movilizando a la familia demasiado pronto. Puedes notar que las contracciones que venías percibiendo sólo como un endurecimiento comienzan a tornarse molestas o dolorosas. Algunas mujeres sienten molestias o dolores en la zona lumbar y otras hacia la parte baja de la pelvis y las ingles, similares a los de una regla.

Debes tener en cuenta que las de parto son frecuentes y regulares (aprox. 1 cada 5’), pero también en cuanto a intensidad y duración. Las de los pródromos son más espaciadas e irregulares. Notarás que unas son más intensas, otras bastante menos, y que tampoco todas duran aproximadamente lo mismo. Es posible que las notes más por la noche, aunque pueden aparecer y desaparecer en cualquier momento del día. Suelen ceder con el reposo, al cambiar de posición o caminar. Las de parto no ceden, hagas lo que hagas, y cuando llega ese momento se suele notar la diferencia.

Ventajas de los síntomas

Lo bueno de esta molesta situación, que puede prolongarse durante bastantes días, es que se produce la maduración del cuello uterino, lo que proporciona grandes ventajas a la hora del parto. Va pasando de estar colocado hacia atrás a irse posicionado hacia delante, se acorta su longitud y grosor hasta desaparecer (borramiento), se va ablandando y comenzando a abrir. En esta fase preparatoria la dilatación suele ser muy incipiente y avanzar muy poco, o no avanzar. Pero los cambios en la consistencia, posición y borramiento del cuello son en este momento más significativos. Cuanto más maduro esté menos faltará para que puedas ponerte de parto, aunque sólo se desencadenará cuando esta situación se acompañe de contracciones rítmicas y regulares.

Es posible que antes de estar de parto expulses una secreción mucoso-sanguinolenta, que se forma en el interior del cuello uterino (el tapón mucoso). Su color puede variar desde rosáceo a marrón (como el final de una regla) y su expulsión tampoco predice con exactitud la relativa proximidad del desencadenamiento del parto. Pueden pasar aún muchos días y no debe preocuparte. Algunas mujeres acuden asustadas a urgencias pensando que están sangrando. Para diferenciarlo de una hemorragia ten en cuenta que debería ser de color, consistencia y cantidad similares a los de una regla.