¡Envío gratis a partir de 35 €!

La estimulación o atención temprana es un conjunto de actividades demostradas científicamente, y que aplicadas de forma sistemática, fomentan y aprovechan al máximo las capacidades físicas y mentales de tu bebé.

Cómo estimular a tu bebé

El crecimiento del cerebro de tu bebé depende de los estímulos que reciba. Si esos estímulos son los adecuados respecto a la cantidad y calidad, fomentarán un ritmo adecuado en la adquisición de las diferentes funciones cerebrales.

La repetición de los ejercicios refuerza las áreas neuronales de tu bebé, lo que le permite ir adquiriendo nuevos conocimientos.

Además, los ejercicios le ayudarán a desarrollar su psicomotricidad, sus habilidades cognitivas y del lenguaje, su independencia y autonomía, así como aspectos emocionales y sociales.

¿Cuándo se realiza?

Desde el nacimiento de tu bebé hasta los seis años de vida, porque en este periodo es cuando más conexiones neuronales se establecen en su cerebro y cuando tu bebé desarrolla la estructura de su pensamiento. Por eso se recomienda realizar las actividades a partir de los 45 días de vida.

¿Cómo se realiza?

  • Las actividades se realizan como un juego, un rato divertido junto con tu bebé.
  • Debes respetar las horas de sueño o hambre.
  • No debes forzar a tu bebé a que realice los ejercicios ya que debe ser algo divertido para él
  • No es aconsejable sobreestimularle. Comienza por sesiones de 5 minutos y poco a poco ve ampliándolas hasta 10 minutos.
  • Felicítale después de cada ejercicio independientemente de si lo ha logrado o no.
  • Intenta realizarlas un mínimo de tres veces por semana, aunque lo ideal sería realizarlas a diario.

¿Qué ejercicios puedo realizar los primeros tres meses?

  • Acuéstale boca abajo, extiende sus brazos y motívalo para que levante la cabeza y el tronco acariciándole la espalda.
  • Boca arriba, háblale y ponle juguetes de colores o con sonido en los lados para estimularlo a girar la cabeza hacia los lados. También puedes acariciarle suavemente la mejilla.
  • Boca arriba, levántale suavemente hasta sentarle, sujetándolo firmemente de sus muñecas.
  • Acostado boca arriba, extiende y encoge sus piernas suavemente
  • Masajea suavemente todo su cuerpo desde la cabeza a los pies con un aceite adecuado.
  • Cuélga en su cuna juguetes de colores o con sonido para que cuando este despierto capten su atención y fije la mirada en ellos.
  • Abrázale, sonríele y háblale mucho y con cariño.

No se trata de una obligación, sino de integrar estas actividades a su juego diario. Y recuerda que cada bebé es diferente y único y tienen su propio ritmo de desarrollo. Pero todos nacen con un gran potencial que puedes aprovechar para estimularle a la vez que disfrutáis de un buen rato juntos.