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El baño es muy importante para tu bebé: contribuye a su higiene corporal cotidiana y participa igualmente en su desarrollo sensorial. Es también un momento único de intercambio y complicidad.

El baño es muy importante para tu bebé: contribuye a su higiene corporal cotidiana y participa igualmente en su desarrollo sensorial. Es también un momento único de intercambio y complicidad que ambos comparten. Descubre nuestros consejos para disfrutar con tranquilidad estos instantes privilegiados y aprender a limpiar a tu bebé, sin dañar su piel delicada e inmadura.

Preparación del baño

  • Calienta la sala de baño a una temperatura entre los 20ºC y 22ºC.
  • Llena la tina con agua a unos 37ºC, midiendo la temperatura con un termómetro de baño.
  • (PREPARA DESDE ANTES TODO LO QUE NECESITAS) Ten a la mano todo lo que necesitas: toalla de baño, artículos de higiene, productos hidratantes, pañal, ropita o pijama.
  • Desviste a tu bebé y limpia sus pompis.

En el baño

  • Durante los primeros meses, sostén a tu bebé deslizando una mano debajo de su nuca y sus hombros, y la otra debajo de las pompis: se sentirá sostenido y seguro. Luego de 4 o 5 meses, puedes utilizar una silla de baño, si lo deseas.
  • Si enjabonar a tu bebé en el agua te resulta difícil, enjabónalo sobre el cambiador de pañal y luego enjuágalo en el agua.
  • Cuando el bebé pueda sentarse bien, lo puedes dejar en el agua. Sin embargo, nunca lo pierdas de vista, no importa la edad qué tenga, ni siquiera por un instante y con muy poca agua.
  • Utiliza productos de higiene sin jabón, especialmente adaptados para la piel delicada de tu bebé. Para la piel seca, se aconseja usar productos enriquecidos con agentes hidratantes altamente protectores y nutrientes (productos con Cold Cream, por ejemplo).
  • La cabeza y el cabello deben lavarse cada 2 o 3 días con un champú adaptado que no le irrite los ojos.
  • Si tiene costra láctea, elige un champú nutritivo específico que te ayudará a eliminarlas. Para enjuagarle el cabello, utiliza un vaso, una regadera de baño, un duchador o simplemente tu mano en cuenco, según lo que sea más agradable para él.

Después del baño

  • Abriga rápidamente a tu bebé con la toalla, y luego sécalo suavemente, sin frotar. Ten especial cuidado con las pompis y los pliegues (muslos, axilas, cuello, pies, etc.).
  • Hidrátalo masajeando su cuerpo con una loción corporal o con un producto a base de Cold Cream, si tiene piel seca. Cuando dispongas de más tiempo, no dudes en prolongar el masaje para su placer y el tuyo.
  • Para perfumarlo suavemente, puedes utilizar unas gotas de agua de colonia sin alcohol, para vaporizar sobre su cuero cabelludo.