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Durante el transcurso de la lactancia, tu bebé pasará por situaciones en las que las tomas no sean ni tan regulares ni tan tranquilas como de costumbre. Es lo que llamamos crisis de la lactancia. Suele ocurrir a edades similares, por eso, si las conoces, estarás más preparada y podrás sobrellevarlas mejor.

Suelen ocurrir cuando el bebé se está desarrollando, por esto hablamos también de brotes de crecimiento, y hay una mayor demanda de leche materna. La etapa de la lactancia puede comprender varias de estas crisis y algunas de ellas pueden ser más largas y complicadas, pero no desesperes, puedes hacer muchas cosas para superarlas sin ningún problema.

¿Qué son las crisis de lactancia?

Las crisis de lactancia son situaciones en las que el comportamiento de tu bebé al pecho cambia. Puede que esté más inquieto, que quiera mamar continuamente, que llore más, que duerma menos, que se distraiga con cualquier ruido, que se agarre al pecho y lo estire, que lo suelte... Es fácil que esto te desconcierte y empieces a pensar que algo va mal, que no tienes suficiente leche y que tu bebé se queda con hambre.

Nada más lejos de la realidad. Lo que ocurre es totalmente normal. La causa es que hay un desajuste entre la leche que tu bebé quiere tomar y la que estás produciendo. Algo normal si tu bebé está creciendo y desarrollándose correctamente. Y como sabe que es el único capaz de regular y ajustar la cantidad de leche a sus necesidades, cuando no está satisfecho, cambia su comportamiento para solucionarlo.

La crisis de la lactancia es algo normal en el desarrollo del bebé

 

¿Cómo evitar la crisis de lactancia?

Es una de las cosas que no se pueden evitar, pero sí podemos actuar en consecuencia cuando ocurra. Por eso es importante saber cuáles son los hitos de la etapa de la lactancia para poder identificarlos y saber cómo actuar.

Cada bebé es diferente y puede que no pase por ninguna crisis de lactancia o por varias. ¡Ánimo!

¿Cuántas crisis hay?

Suelen haber tres crisis durante la etapa de la lactancia que podremos identificar con facilidad, pues coinciden con las etapas por las que, normalmente, pasan todos los bebés. La primera se da a los 15 o 20 días, la segunda al mes y medio, y la tercera hacia los 3 meses. Después, a los 4 y 8 meses pueden darse lo que se conoce como falsas crisis de lactancia.

Primera crisis: a los 15 o 20 días

La primera crisis llega a los 15 o 20 días. Tu bebé ha crecido y como cualquier bebé cuando crece, necesita comer más. Por eso, aumenta su demanda de leche materna de manera que, o bien no quiere soltar el pecho, o bien quiere mamar cada media hora. Solo está tranquilo mamando. Es la única manera que tiene de aumentar la cantidad de leche, y él lo sabe. 

¿Cuánto dura la primera crisis de lactancia?

Se pegará literalmente a tu pecho durante 3-4 días, hasta que consiga la cantidad que le deje satisfecho. Después, volverán a realizar las mismas tomas antes de la crisis. Tu pecho ya se habrá adaptado al aumento de demanda de leche.

Segunda crisis: a los 30 o 45 días

La segunda crisis llega al mes y medio. Tu bebé parece que está incómodo con tu pecho: lo agarra, lo estira, lo suelta, arquea la espalda, estira las piernas… El sistema digestivo de tu bebé ha madurado y tu leche materna cambia para adaptarse, pero al hacerlo cambia de sabor y eso es lo que hace que algunos bebes se comporten así. Cuando se acostumbre al nuevo sabor, todo volverá a la normalidad.

¿Cuánto dura la segunda crisis de lactancia?

Acostumbrarse al nuevo sabor le llevará unos 3-4 días, igual que en la primera crisis. Puede llegar a ser un poco más incómoda por la mayor movilidad del bebé y por el hecho de que va ganando fuerza. 

Tercera crisis: a los 3 meses

La tercera crisis se produce a los tres meses. Tu bebé comienza hacer tomas bastante más cortas de lo habitual, suelta el pecho con cualquier ruido o movimiento, se enfada si se lo ofreces muy a menudo... Todo es debido a que tiene mucha más fuerza y destreza para succionar, por lo que en muy pocos minutos es capaz de vaciar el pecho. Come más cantidad pero en menos tiempo. También, coincide con el desarrollo de su capacidad auditiva y visual, que hace que todo lo que se mueva o suene le llame poderosamente la atención. Si a esto, le sumas que tus pechos están más blandos debido a que empiezas a producir leche solo cuando tu bebé lo pide (concretamente a los dos minutos de comenzar a succionar), la situación puede llegar a ser desconcertante, tensa y agotadora.

¿Cuánto dura la tercera crisis de lactancia?

Esta crisis suele ser más larga que las anteriores, pudiendo durar hasta 3 o 4 semanas. La cosa más importante que puedes hacer es tener paciencia y dar de mamar cuando el bebé tenga hambre. Algunas mujeres dejan de dar el pecho en este momento para iniciar la lactancia mixta o abandonar la lactancia materna del todo por miedo a que sus bebés no estén bien alimentados, pero confía y déjate llevar por tu instinto maternal y verás como de la misma forma que vienen, se van.

Falsas crisis de lactancia

Es posible que tu bebé presente lo que se conoce como una falsa crisis de lactancia. Cuando alcance los 4 meses de edad es posible que los despertares nocturnos sean más frecuentes y en las tomas se muestren más inquietos. No es que tengan hambre, es porque su cuerpo se está adaptando a las nuevas fases de sueño como parte de la evolución fisiológica normal. Conviene saber que no por darle suplementos o biberones vayan a dormir de forma más regular. Es un periodo de adaptación y hay que tener paciencia hasta que consigan superarlo.

A los 8 o 9 meses también pueden presentar una de estas falsas crisis. Como ya son más conscientes del entorno que les rodea, pueden pasar por una fase de apego hacia su mamá en la que lloren desconsolados si la pierden de vista, algo conocido como angustia por separación. Pueden mostrarse huidizos con las personas con las que antes estaban en brazos sin problemas para buscar a sus padres. Por el día suelen hacer las tomas de forma normal, pero por la noche pueden mostrarse más ansiosos y demandar más leche. No es por culpa de la toma de pecho, es otra de las etapas de desarrollo del bebé que puede resultar un poco complicada.

¿Qué puedo hacer en las crisis?

  1. Deja a tu bebé que mame todo el tiempo que quiera, sin miedo. Pero, si no quiere, no le fuerces a mamar.
  2. Puedes consultar con tu médico si el comportamiento de tu bebé se sale de normal o tienes alguna duda sobre si está bien alimentado o no.
  3. Ten paciencia durante las crisis, pueden convertirse en momentos de mucho estrés que no es conveniente trasladar al bebé.
  4. Pide ayuda a tu pareja o familiares con las tareas domésticas para que puedas dedicarte exclusivamente a la lactancia y a descansar mientras dure la crisis.
  5. No le des suplementos de leche artificial.
  6. Si se distrae en las tomas, procura hacerlas en la intimidad, con luz tenue y sin mucho ruido.

Nunca dudes sobre tu capacidad para amamantar. Parece sencillo, pero cuando hay dificultades, es lo primero que se piensa. No pierdas la confianza en ti.

Busca un grupo de apoyo a la lactancia: ver a otras mamás en tu situación, te ayuda a normalizarlo y te servirá de refuerzo.

Cada crisis es un desafío para la lactancia materna. No todos los días son fáciles, pero con la información adecuada y una buena dosis de paciencia, serás capaz de continuar dándole a tú bebé uno de los mejores regalos: tu leche.