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Tras la vuelta a casa con el bebé, una de las preocupaciones frecuentes es cómo saber si su ritmo intestinal es normal o, por ejemplo, si el bebé sufre estreñimiento.

¿Cómo valorar el ritmo intestinal de tu bebé?

Después, las heces normales de un bebé no tienen por qué ser iguales todos los días. Pueden cambiar de aspecto y color, variando entre una consistencia más bien líquida o semilíquida, con grumos o pastosa, y un color que oscila entre el verdoso, amarillo y marrón claro. En cuanto al número de deposiciones diarias puede ser muy variable. Desde tantas como las tomas de pecho o biberón que haga a sólo una cada dos o tres días. En general el número suele ser más abundante cuando la lactancia es materna y suelen ser menos frecuentes y más consistentes cuando la lactancia es artificial.

Durante el primer mes y medio lo habitual es que el bebé haga caca varias veces al día, con un mínimo de 2-3 deposiciones diarias. Pero también hay muchos bebés que dejan de hacerla diariamente a partir de la segunda o tercera semana de vida. Esto no ocurre sólo en los bebés alimentados con leche de fórmula, sino que incluso se da en el caso de que estén alimentados exclusivamente con leche materna. En ambos casos es posible que pasen muchos días sin que el bebé haga una deposición. ¿Se trata entonces de un estreñimiento? No necesariamente.

Valora el estado de tu bebé

Lo que importa es valorar el estado general del bebé. Si no notas cambios en su manera de ser habitual, lo más probable es que no haga caquita porque no lo necesita, ya que la leche deja muy poco residuo, y lo mejor es no preocuparse y esperar. Después, cuando haga la próxima deposición fíjate en el esfuerzo que tu bebé haya tenido que hacer para expulsar las heces y observa su consistencia.

Es normal que el bebé se ponga colorado al hacer fuerza y encoja las piernas cuando quiere defecar. Aunque hayan pasado varios días desde la última deposición, cuando le ves haciendo ese esfuerzo no significa necesariamente que tenga estreñimiento. Si la consistencia de la deposición es blanda, no está estreñido. Probablemente esa deposición también sea algo más abundante de lo habitual. Para considerar que tiene estreñimiento la deposición debe ser seca y dura, en este caso se nota que al bebé le cuesta aún más esfuerzo de lo normal y suele acompañarse de dolor y llanto al defecar.

Por lo tanto, es más importante valorar la consistencia de las heces que la frecuencia de las deposiciones. Sobre todo, porque no conviene utilizar ningún tipo de remedio para estimular que el bebé haga una deposición, cuando en realidad no está estreñido. No le des por tu cuenta agua, zumos ni laxantes. Y por supuesto, no debes recurrir a estimular el recto con el termómetro, ya que podrías producirle una dependencia del reflejo de defecación y generar un auténtico estreñimiento. Si tienes dudas acude a tu pediatra. Él es quién mejor puede valorar si tu bebé padece estreñimiento y poner el remedio que considere más conveniente para él.

El masaje de la zona abdominal, antes de comer, puede ayudarle a expulsar gases y a hacer caquita.

Una madre está dando un masaje a su bebé para aliviar su estreñimiento