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Durante el embarazo, uno de los cuidados prioritarios que debes tener es el control de peso. Más allá de lo estético, un incremento excesivo o un peso demasiado bajo pueden repercutir en tu salud y en la de tu bebé.

Controla tu peso en el embarazo con dieta y ejercicio

Una dieta equilibrada y practicar ejercicio adecuado te ayudará a controlar el aumento de peso de una forma saludable y te evitará problemas no solo durante la gestación, sino también durante el parto y el postparto.

Cómo medir el índice de masa corporal

Lo primero que tienes que conocer es tu IMC (Índice de Masa Corporal), que te indicará si tu peso se encuentra dentro de los límites saludables en función de tu altura. Puedes calcular tu IMC mediante la expresión matemática:

IMC= peso(KG) / estatura (m)2

De acuerdo con el resultado de tu IMC y según la OMS (Organización Mundial de la Salud), tu estado nutricional sería:

  • Peso bajo: < 18.5
  • Peso normal: 18.5- 24.99
  • Sobrepeso: >25
  • Obesidad: >30

Dependiendo de tu estado nutricional se recomienda un incremento de peso (para embarazos de un solo feto):

  • Peso bajo: 12-15 Kg.
  • Peso normal: 9-12 kg
  • Sobrepeso: 6-7 Kg.
  • Obesidad: < 6 Kg.

Peso según la semana de embarazo

Si partimos de un peso normal, los primeros tres meses no deberías engordar más de un kilo al mes. Recuerda que a partir de la semana 28 y hasta la semana 38, calculamos que debido a todos los cambios producidos en el embarazo (bebé, placenta, líquido amniótico…), engordarás 500 gr. a la semana. Eso significa que en la semana 28 no deberías haber engordado más de 6 ó 7 kilos.

Lo ideal es que controles el peso desde el primer mes. Pésate cada 15 días y así podrás ir viendo los cambios y hacer modificaciones si es preciso sin que supongan un gran esfuerzo. Si te encuentras en el segundo o en el tercer trimestre y tu incremento de peso ha sido superior al recomendado, debes tomarte en serio lo que te queda de embarazo. Además, no puedes hacer dietas hipocalóricas para perder peso, pero tienes que adecuar tu alimentación para no seguir engordando. Por otro lado, es importante que planifiques tus menús semanalmente y no te salgas de ellos y, por supuesto, no compres lo que no puedas comer y así evitarás tentaciones. Te puedes dar algún capricho siempre y cuando no influya en el aumento de peso.

A veces, realizar una dieta sana y equilibrada, debido a los cambios producidos en tu metabolismo, no es suficiente para controlar el aumento excesivo de peso. En este caso, es necesario realizar con regularidad ejercicio como andar, nadar o bicicleta estática. Siempre que no tengas ninguna contraindicación de tu ginecólogo, lo ideal, es que lo realices dentro de las dos horas siguientes a las comidas principales.

Si aun así tienes dificultades, consulta a tu matrona, pues ella te proporcionará una dieta para ti y te ayudará a controlar esos kilos de más. Cuanto antes mejor, y nunca es tarde. Una dieta adecuada te permitirá un aumento de peso saludable, cubrirá tus necesidades nutricionales y las de tu bebé y disminuirá los riesgos en el parto, en el postparto y en la lactancia.